Aprender un segundo idioma aporta al cerebro los mismos beneficios que ser bilingüe, según un último estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Escuela de Psicología de la Universidad de Kent (Reino Unido) y que publica la revistaProceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El trabajo revela que hablar dos idiomas tiene el mismo efecto positivo en el cerebro que el bilingüismo, independientemente de la edad a la que se aprenda el segundo idioma y del uso que se haga de ella. Para demostrarlo, los científicos analizaron las imágenes cerebrales de un grupo de voluntarios, bilingües, no bilingües pero conocedores de dos idiomas, y un tercer grupo monolingüe, observando que los dos primeros grupos poseían los mismos grados de mielinización de los axones, esto es, una mayor integridad en la materia blanca del cerebro, la que aporta una mayor eficiencia en la transmisión de la información o del conocimiento. Estos resultados no se repitieron en el grupo de personas que solo hablaban un idioma.
“Utilizamos un método de resonancia magnética denominada Diffusion-Tensor Imaging (DTI), que analiza el movimiento de las moléculas de agua a través de la materia blanca del cerebro. Cuando detectamos una mayor dificultad del agua para moverse a través de la sustancia blanca, supusimos que tenía un mejor ‘aislamiento’, es decir, una mayor mielinización de los axones”, aclara a Sinc Christos Pliatsikas, coautor del estudio.
Estos beneficios sobre el cerebro de aprender inglés como segundo idioma, por ejemplo, pueden darse incluso en la edad adulta sin que exista un uso permanente del mismo. Así, aprender otro idioma desde una edad temprana o hacerlo a una edad avanzada, aporta los mismos cambios estructurales de la materia blanca del cerebro.